Creepypasta - No era mi hermana
Comenzare diciéndoles que mi hermana
Ximena de 10 años y yo de 19 siempre jugamos a asustarnos, juegos de
hermanos algo simple, como un ‘’buuu’’ cuando menos te lo esperas o un
grito inesperado; en fin de esos sustos que no van a mas, comienzo con
esto porque lo que me paso, pensé que era una broma de ella, un intento
por asustarme de esos de las hermanas pequeñas.
Todos los días de lunes a viernes llego entre 5pm y 8pm de la facultad,
siempre está mi hermana a excepción de algunos miércoles que mi papa o
madrasta descansan y se la llevan de paseo, siempre que llego abro la
puerta silenciosamente para sorprenderla, ya sea que esté en su cuarto o
en el patio jugando con sus gatos.
Un miércoles, llegue como a las 6:30 o 7:00pm pero antes de
abrir la puerta escuche unos pequeños pasos por las escaleras y una
pequeña risa como la de ella, no le di mucha importancia, como se los
dije pensé que era una broma y en seguirle el juego,
entre silenciosamente y me fui a esconder a la cocina, esperando que
fuera la que bajara y así poder asustarla yo; pasaron alrededor de 10
minutos, se escuchaban algunos pasos por los cuartos pero ella no bajo,
cansado del juego, subí por las escaleras a buscarla, antes de terminar
de subirlas por completo escucho que cierran la puerta de mi cuarto, me
dio algo de risa el pensar en que era tan obvia y aun así intentaba
asustarme entre a mi cuarto y grite: ¡Ximena ya sal! No sucedió nada y
comencé a buscarla, debajo de la cama y en el ropero, mi cuarto es algo
pequeño así que no demoro mucho la búsqueda, suspire un poco confundido.
Salí de mi cuarto con una sensación rara, pase al cuarto de
mis papas e hice lo mismo, comencé a buscarla, luego a su cuarto, no la
encontraba, grite de nuevo
y ya algo enfurecido ¡no quiero jugar ya Ximena, ya salte de donde
estés! De nuevo, no paso nada; baje a la cocina con la idea que ella
había logrado bajar, tal vez en lo que yo estaba buscándola en alguno de
los cuartos, fui a la cocina y a punto estaba de salir al patio cuando
escucho de nuevo una risa, en la parte de arriba, subí corriendo las
escaleras, pero no había nadie, un escalofrió inundo mi cuerpo, ya en
verdad estaba asustado, decidí hacer lo más lógico, lo que debí de haber
hecho desde el principio, llamar a mi papa y preguntarle por ella.
Lo llame, y pregunte ¿Cómo estas pa’?
El respondió: bien, hoy descanse, ¿y tú?;
Pues bien, acabo de llegar. Le respondí, luego le pregunte ¿oye pa’ y Ximena?;
Aquí está conmigo, vamos a entrar al cine, ¿te la paso?
No está bien, los veo en la noche, bye.
Ok, te veo luego; lo último que respondió mi papa.
Di un gran suspiro, confundido, más que nada asustado, me hice muchas
preguntas: ¿entonces qué era lo que escuche? ¿Qué fueron los pasos, las
risas? ¿Si no era ella, quien o que pudo haber sido?
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